El casco DORA es ideal para los
ciclistas urbanos. Manejado por Bluetooth, desde el manillar se
pueden marcar las distintas maniobras a los vehículos de alrededor, girar a un
lado u otro o frenar, con reconocibles señales de luz y colores. Con batería
recargable.
La Organización Mundial de la
Salud (OMS) presentó recientemente un completo informe
sobre seguridad vial, en el que fueron incluidos datos procedentes de 182
países. Entre ellos, se destaca este: un significativo 27 por ciento de las
muertes causadas por accidentes de tránsito está compuesto por peatones y
ciclistas.
Si nos centramos en estos
últimos, advertiremos que son ellos quienes corren mayores riesgos a la hora de
circular por la ciudad, debido a que deben compartir las calles con vehículos de
toda índole. Seguramente fue esto lo que tuvo en mente Balázs Filczer, un joven
húngaro que diseñó el casco Dora.

Dora
Concept/Difusión
Este nuevo concepto, que
se presentó en el Concurso Internacional de Diseño de bicicletas, pretende
proteger a los ciclistas de posibles accidentes. El casco cuenta con luces de
freno y direccionales que permiten a los conductores vehiculares estar atentos
a las maniobras que va a realizar aquel que maneja la bici.
El implemento presenta un
sistema de iluminación alimentado por una batería recargable de larga duración.
El mismo cuenta con una luz en su frente, otra en la parte posterior y dos
apostadas en los laterales, que se controlan por Bluetooth desde el manubrio.
Gracias a su inclusión, el ciclista ya no deberá despegar sus manos del volante
para indicarles a los conductores su próximo giro o detención.
Además, la iluminación
LED tiene diferente colores para que sea más fácilmente identificable cada
maniobra. Así, la posición frontal es señalada en color blanco, la iluminación
trasera se muestra en rojo y las luces laterales -que indican los giros- son
naranja.
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